ATENCIÓN: Especial Primer
Encuentro de Guionistas
I Encuentro de Guionistas
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Por Valentín Fernández-Tubau Guionista, co-fundador de abcguionistas y Ars-Media |
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En este evento histórico la
concentración de más
de 200 profesionales del guión ha servido para constatar que el
sentimiento de grupo, en las ocasiones que merece la pena, deja de ser
un espejismo. He querido compartir contigo algo de lo que fue ese evento, para hacerte partícipe aunque no hayas podido asistir al mismo. |
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A día de
hoy, el reducido porcentaje de guionistas que vive exclusivamente de
escribir, sólo lo puede hacer si se entrega en cuerpo y alma al
medio
televisivo.
El cine e Internet, los otros dos grandes espacios para los escritores audiovisuales, desafortunadamente no dan la talla para sostener una economía completa y continuada, dando muestras de lo precaria que es nuestra industria.
En el Primer Encuentro de Guionistas se tuvo en cuenta ese
factor a la hora de configurar el evento, ya que el peso de la
televisión frente a otros medios fue remarcado.
Más que hacer un tratado de las mesas y los ponentes
de cada una de ellas, prefiero hacer una síntesis reflexiva por
temas. Para
quienes deseen ver la detallada composición de las mesas, pueden
hacerlo en el blog oficial del propio Encuentro pulsando el enlace:
PRIMER
ENCUENTRO DE
GUIONISTAS
Respecto a la televisón, veamos un
análisis de los aspectos tratados más relevantes:
Virginia
Yagüe (La señora), Iván
Escobar (Los Hombres de Paco, Los Serrano, El Barco), Rodolf
Sirera (Amar en tiempos revueltos), Lluis
Arcarazo (Salvador), y Ramón
Campos (Desaparecida, Gran Reserva, Hispania, la leyenda)
esgrimieron
su verbo con precisión para plantear cuestiones diversas en
referencia al mundo de la televisión.
Con luz propia, brilló la adopción de nuevos roles, en especial el del guionista-productor ejecutivo, cuya ganancia de peso no sólo en las letras sino en el conjunto de los aspectos creativos ha desembocado en el auge de la ficción televisiva estadounidense.
Tal y como se dice en las conclusiones de los
convocantes FAGA y ALMA, la
programación televisiva constituye la marca y la imagen de las
cadenas,
y los guionistas deben contribuir activamente a crear esta marca. Pero
el camino pasa por una previa conquista de roles.
No es nada nuevo. No nos hemos cansado de
remarcar la necesidad de conquistar el rol de guionista-productor
ejecutivo desde el programa Un
Verano de Guión,
y más concretamente desde su curso de televisión, a lo
largo de sus
siete años de existencia porque sabíamos de su
importancia.
Por ejemplo, parece evidente que el elemento
diferencial
entre la ficción de la televisón y la del cine
estadounidense estriba principalmente en que la primera está en
manos de productores ejecutivos guionistas y la segunda en las de
productores ejecutivos no guionistas. La primera va en auge y ha
generado una época de esplendor y de sustanciosos éxitos
económicos para la industria. La segunda está en declive
y muchas veces se salva sólo gracias al gran mercado externo.
Sáquense las conclusiones.
Si los responsables de las cadenas no sacan
dichas conclusiones, los podríamos llamar mentecatos
Pero si los guionistas no perseguimos activamente que las saquen, con
la lógica aplastante de la realidad a nuestro favor,
¿acaso no se nos podría llamar
igualmente mentecatos?
La necesidad de que se fusione el rol de
productor ejecutivo y guionista no es sólo por el bien de la
profesión de guionista, es por el bien de la propia
industria audiovisual.... y, por supuesto, ¡el del público!
Si
bien no hemos alcanzado aún todas las cimas, las series siguen
siendo
el primer caballo de batalla del guionista español.
Y a su lomo se han
subido las mini-series y las TV movies, favorecidas por una Ley de Cine
que las contempla en las subvenciones, y unas cadenas dispuestas a
poner en ellas parte de ese 5% de beneficios de obligada
inversión.
Eso, sumado a que se ha constatado que al público le chifla ver
la vida
de sus famosos en versión ficcionada, ha abierto una nueva veta.
Tal y como era de esperar, la
producción de TV movies y mini-series ha crecido y
seguirá creciendo, proporcionando una oportunidad excepcional de
trabajo al guionista profesional que no desea sumergirse en una serie
pero quiere algo más que someterse a una larga espera hasta que
logre colocar una obra para salas de cine.
Para los que anhelaban un
enfoque menos tradicional, más vanguardista, más en la
línea
contracorriente que HBO ayudó a forjar en Estados Unidos,
también se ha abierto un flanco.
Muchos
asistentes al encuentro, especialmente los más
jóvenes, echaron chispas de ilusión
al oír las palabras de Susana Herreras,
coordinadora
de ficción de Canal +, cuando manifestó que no le
importaba la
audiencia sino el producto, y que estaban dispuestos a recibir
proyectos de cualquiera.
La apuesta que ha hecho Canal
+ hasta el momento se centra en dos nombres tan tradicionales y ligados
al cine español como son Fernando Bovaira y David
Trueba,
por tanto, es de esperar que cambien las cosas.
Mi escepticismo natural –
en el audiovisual sólo creo lo que veo- queda en este caso
apaciguado
por el hecho de conocer personalmente a Susana, con la que
además de haber compartido casa origen –SOGECINE- y docencia en
el
Máster de Guión de la Universidad Pontificia de
Salamanca, he tenido el
placer de compartir jornadas de Mercado
Audiovisual, en las que siempre
ha descrito la realidad con certero detalle.
La cuestión es: ¿logrará Canal + convertirse en la HBO española, como parece ser su propósito?
Por otra parte, el enfoque que
pretende dar Canal + a las TV Movies también genera novedad. Su
idea es usarlas como elementos para
testar tendencias y respuestas, para considerar o no su
evolución a serie.
La pauta está basada en el modelo
americano, que condiciona la luz verde de una serie a la
respuesta del público cuando se emite un piloto en formato TV
Movie.
Este enfoque, de lógica aplastante,
está incomprensiblemente ausente
en otras cadenas, a pesar de que se ahorrarían
astronómicas inversiones disminuyendo el riesgo y ahorrando
presupuestos millonarios
en series que duran dos días.
El testing sumado a la previa
consideración de la visión del guionista en asuntos tan
claves como el
casting, generarían cambios sorprendentes en los rendimientos,
tanto
económicos como artísticos.
Está claro que serían las
propias cadenas de televisión quienes más se
beneficiarían de una mayor fluidez de comunicación con
los guionistas.
Dejar al guionista aparte, sale muy poco
rentable. No sorprende si se entiende que siempre que se deje al
experto de lado y se adopten sus roles - para los cuales no se tiene la
suficente técnica- , se pague caro.
Y las producturas y las cadenas, pagan caro,
en su propia economía, el no contar con los guionistas para
decisiones de peso que requieren sopesar elementos dramáticos
con juicio -- para el que sólo los autores están
preparados. De modo análogo, los guionistas pagamos caro
cuando negociamos contratos individuales o colectivos sin contar con
expertos en negociación.
No comunicarse con los expertos,casi siempre
sale muy caro.
El valor de la
comunicación entre todos interlocutores – cadenas, productoras,
autores- es
algo que también resaltó la joven productora gallega, Teresa
Fernández-Valdés, fundadora de Bambú
Producciones (Guante Blanco, Gran Reserva, Hispania, la leyenda).
Ejecutivos como Jordi Hidalgo,
subdirector de programación y de programas de TVV, lo tienen ya
muy en cuenta
desde su cargo. Hidalgo mantiene interlocución directa con
guionistas
sin obligación de paso previo por productoras. Un modelo cuya
extensión
sería deseable.
Por otra parte, no se puede
obviar la estadística ilustrativa planteada por Iván
Escobar: el 40% de
los alumnos audiovisuales en el curso universitario donde imparte clase
no tiene televisión. Muchos que la tienen, ni siquiera la miran.
Las formas de ocio han cambiado. De ahí que se haga comprensible que cuando la televisión enfrenta a un sex-symbol como Hugo Silva contra la Duquesa de Alba, el primero se lleve un 11% del share y la segunda el 21%, ¡casi el doble!. Y la pregunta consecuente es… ¿quién ve la tele?
Los
patrones del ocio han variado y ante la caja tonta existe
deserción
masiva. Todas las cadenas son conscientes de que un porcentaje muy
importante de espectadores que va desde la adolescencia hasta los 35
años, con un nivel educativo medio-alto, en lugar de “ver
la tele”
prefiere consumir contenidos de su elección a la carta, en
Internet.
Eso nos lleva a otro de los grandes pilares
de este encuentro.
El tratamiento del mundo de Internet en el encuentro fue exhaustivo. Los mismos organizadores señalaron que la multiplicación de pantallas, la regulación de Internet y la capacidad creciente del guionista para influir en el producto final fueron tres de las claves de la reunión.
La importancia que el sector otorga a Internet como plataforma de emisión de contenidos se subrayó en dos esferas de acción:
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Por supuesto, también hay que considerar la explotación secundaria de obras nacidas en otro medio, trasladadas a Internet para ganar un público adicional que cada vez cobrará mayor importancia.
Sin embargo, es
conveniente tener en cuenta que el movimiento basculante que más
pesará
en el futuro es la combinación inteligente de pantallas,
abarcando
distintos tipos de público, con formatos diferentes aglutinados
alrededor de una idea central.
Lo que ahora se percibe como una estrategia multipantalla en manos de las cadenas y completamente ajena al guionista, dará un giro impuesto por la propia evolución del consumo. Será entonces cuando de forma inequívoca se pida al guionista que se ponga al frente de una estrategia cross-media o transmedia, como un verdadero arquitecto de historias que trascenderán los parámetros del autor tal y como los conocemos hasta el momento.
Iniciativas a ese respecto tuve ocasión de experimentarlas recientemente de las manos directas del grupo creativo formado por Lance Weiler, Anita Ondine y David Beard, con posibilidades inmediatas de aplicación, si bien la inercia industrial es el mayor lastre.
Pero mientras aquí despertamos, el Forum Cross-media que se celebra en estos días en Londres, acoge a gente tan diversa como a Lizzie Francke, directivo del Film Fund del UK Film Council, Rosie Allimonos, ejecutiva de multiplataformas de la de la BBC, Marc Goodchild, director editorial de la BBC IPTV, Morgan Bouchet, director de transmedia y social media de Orange en Francia, Peter Cowley, ex directivo digital de Endemol International, Pasa Mustafa, director general de producciones digitales originales de Endemol en Reino Unido, Julie Adair, directora de Disney en el Reino Unido, Keith Quinn, vicepresidente de desarrollo y producción creativa de Paramount Digital en Estados Unidos, Michel Reilhac, director ejecutivo de ARTE France Cinéma, Brent Weinstein, director de medios digitales de United Talent Agency (EEUU) o el propio gurú del medio, Lance Weiler, entre muchos otros. ¿Confabulación o nueva era a la que conviene despertar?
Al hablar de inercias y tiempos de reacción lentos, viene al caso recordar que hace tan sólo cuatro años, mientras la industria de Estados Unidos se enfrentaba a una dura negociación por los derechos de Internet, tuve la ocasión de asistir en calidad de tutor del programa de desarrollo de guiones Co-Pilot al Mercado Iberoaméricano de Derechos Audiovisuales, puesto en pie por Pere Roca cuando dirigía el CDA de la Generalitat de Cataluña. En una conferencia sobre los audiovisuales en Internet, constaté que la mayoría de los productores allí presentes desconocían entonces lo que era la figura del agregador – equivalente al distribuidor en Internet-, quiénes trataban directamente con las cadenas de televisión, que, a su vez, pedían a los productores los derechos de Internet como parte de la ventana televisiva. Meses más tarde, mientras en EEUU los guionistas se enfrentaban a las productoras y cadenas a través de la huelga de 2007, en España la mayoría de los productores seguían cediendo alegremente sus ingresos de futuro, ajenos a lo que estos representaban.
Afortunadamente ya ha llegado la concienciación de la importancia de Internet como plataforma de emisión de contenidos, tanto para productores como para autores. Las cadenas, como hemos señalado antes, hace mucho más tiempo que están alerta.
Joan Grau, guionista de Buenafuente y
creativo de nuevos formatos de El Terrat,
y Chon González, creador de la webserie LHC
y
colaborador de Canal 9, dieron buena muestra de cómo el autor de
nuestros días se enfrenta al nuevo fenómeno: ya sea
inmerso en una casa
tradicional o representando una iniciativa alternativa e independiente,
de directa comunicación con el público,
patrón que ya sigue
activamente todo un sector de autores que prescinde de los canales
ortodoxos.
Las posibilidades que se le abren al autor actual son muy
claras (ver vídeo de Joan Grau, ariba), si bien existe un
verdadero caos en cuanto a las fórmulas de remuneración,
todavía demasido difusas.
Otro de los aspectos de los autores independientes es
cómo generar audiencia. Las écnicas de
viralización parecen todavía un misterio, cuando a los
que nos movemos en el mundo de Internet desde hace años
nosparecen cosa de niños.
El autor independiente necesita un nuevo training para saber
como generar audiencias. 10.000 espectadores parce una cifra
correcta. Presentar obra con menos visionados resulta poco
favorecedor. Todo lo que sea inferior a 1000 es casi risible. Por
eso hay que empezar a dominar un nuevo lenguaje y pedir una serie de
garantías, cuando se negocie con plataformas.
Y es que el autor para Internet debe ir irrevocablemente unido
a una comprensión técnica y operativa de su nuevo medio.
La madurez de los asistentes al Primer Encuentro de Guionistas quedó reflejada en su percepción de las entidades de gestión como lo que son: recaudadores de derechos, no asociaciones de guionistas. Y los recaudadores de derechos, deben estar al servicio del guionista, no viceversa.
Para la ocasión, estuvieron presentes Manuel
Gutiérrez Aragón y Virginia Yagüe, en
representación de la SGAE y DAMA, respectivamente,
acompañados de Pablo Hernández,
subdirector general de la SGAE y de José Luis
Domínguez,
director general de DAMA.
Hay que destacar la buena disposición que
mostraron estos dos directivos durante todos los días que
duró el
encuentro, lo que no exime de la necesidad de que, más
allá de esto,
ayuden a convertir todas nuestras demandas en hechos.
El haber despertado a Internet nos ha hecho despertar al hecho de que, en la mayoría de los casos, los creativos que dotan de contenidos a la red no reciben remuneración por ello: ni si se reemite su obra como plataforma secundaria de comunicación pública, ni si se trata de una emisión exclusiva, como ilustran las webseries con audiencias impresionantes pero sin ingresos correlativos.
Cabe recordar que lo que está sucediendo ahora aquí es un espejo de lo que sucedía en EEUU hasta que se impuso la huelga mencionada anteriormente. En aquel entonces, los guionistas se encontraban en una situación en la que veían cómo las cadenas emitían libremente sus obras en sitios y canales de Internet con audiencias millonarias y suculentos ingresos por publicidad, y se les negaba formar parte de la nueva economía audiovisual a pesar de que eran ellos quiénes sustentaban esa nueva vía con su creatividad y sus contenidos. Productores y cadenas aguantaron un pulso de millones de dólares, a fin de no ceder unos céntimos de Internet. Finalmente, tuvieron que aflojar el músculo y los guionistas recibieron lo que en justicia les correspondía.
En nuestro panorama, ya se ha
reproducido la misma situación. El guionista no cobra por las
emisones
de Internet. De ello dejó buena constancia Enric
Gomà (El cor de la ciutat, Amar en tiempos revueltos)
¿Qué hacer?
El guionista pide que se empiecen a regular ya las reproducciones online que generan lucro directo e indirecto, y que hasta ahora no se reparte con el autor.
En Valencia quedó claro, además, que el sentir del guionista
está con el usuario, y en ningún modo estamos
de acuerdo en que sea éste quien asuma los costes, que deben
recaer
sobre las empresas que se lucran con nuestras obras: llámese
cadenas
televisivas, operadoras telefónicas o quien sea que se beneficie
económicamente con nuestro contenido.
Si los
guionistas dejaron bien claro que no desean que sea el usuario quien
pague el peaje por sus obras en Internet sino las grandes
compañías que
obtienen lucro por ellas, también pusieron sobre el tapete la
necesidad
de no abandonar la batalla por el DVD, a pesar de que ya
esté
condenado a desaparecer.
Cuando
el DVD desplazó al vídeo, se llegó al
paradójico y vergonzoso fenómeno de que
los autores cobráramos más si se vendía una copia
pirata (debido a los
céntimos del soporte) que si se compraba en una tienda o en un
periódico. ¿Porqué? Porque se nos obligaba a
renunciar a cualquier derecho de
remuneración sobre el mismo.
Una acción demasiado pusilánime ha generado que
a pesar de una injusticia tan evidente con un escandaloso efecto tan
evidente, no se haya logrado quebrantar a día de hoy. No
sólo eso sino que a veces se nos ha encogido el estómago
cuando oíamos que se atacaba la piratería de DVD usando
nuestro nombre, el de los autores, como estandarte. ¡Qué
gran falacia!
Otro de los temas que trae polémica es el mantenimiento
de uno de los repartos de derechos más escandalosos que existen
a dia de hoy: ¿por qué un músico, que compone una
sola vez la
sintonía de una serie y se limita a repetirla capítulo a
capítulo,
cobra iguales porcentajes de derechos de autor que un director, un
dialoguista o un argumentista, que deben crear nueva obra en cada
episodio?
Según palabras de Pablo Hernández, la SGAE aplica ese reparto porcentual por defecto, pero nada impide que alguna de las partes plantee una modificación y se genere un diálogo al respecto.
Si
no hay ninguna ley que imponga ese reparto de la forma tradicional que
se ha hecho hasta ahora, está en nuestras manos el negociar un
nuevo
reparto donde el músico de series cobre acorde a su aporte
creativo.
¿Pero cuánto pactar con él?
A ese respecto tenemos un referente muy a mano: el creador de la serie o de su biblia.
Al igual que el
músico, el creador de la serie que construye los pilares de la
misma de
una vez, no necesariamente debe intervenir en capítulos
posteriores. Y
por ese trabajo, sin duda no menos importante que la sintonía de
la
serie, se reserva una media del 10%, en algunos casos, porcentajes
inferiores, y en otros algo superiores. La pregunta es: ¿si el
creador
de una serie y de su biblia no cobra más de un 10% por ese
trabajo
creativo que hizo una sola vez, cuánto debe cobrar el
músico que
compuso la sintonía de la serie… una sola vez ? No hace
falta ser
Pitágoras para obtener una respuesta razonable y justa.
Más allá
de los derechos de los autores de ficción, también se
plantearon los de
los guionistas de no ficción, que en su mayoría no
cobran, encontrando
en Henrique Rivadulla, Preesidente de FAGA, y en Julia
Gil,
directiva de ALMA, a dos de sus más apasionados
defensores, lo que ha
llevado a ambas entidades a abrir una reflexión sobre el tema,
pendiente desde hace decenios.
Otros aspectos nuevos como las licencias Creative Commons estuvieron ausentes en este primer debate, si bien urge un análisis de situación. No podemos obviar que el autor debe estar en libre disposición para decidir qué hacer con sus derechos, no sólo en su conjunto sino en cada medio en particular. El cobro de derechos de autor por una obra emitida en salas de cine que suponga un lucro a una estructura de distribución y exhibición, debe ser compatible con la libertad de emitir bajo licencia Creative Commons o equivalente, en cualquiera de sus acepciones, si el contenido se emite, por ejemplo, en Internet.
El poder de Creative Commons, parte esencial del mundo transmedia que se avecina, no se puede subestimar. En parte ha sido responsable de éxitos de audiencia tan sonoros como los más de 100 millones de visionados en YouTube del cortometraje Lo que tú quieras oír, de Guillermo Zapata. Y este tipo de licencia alternativa se hace necesaria para múltiples formas de ocio activo donde se permite que el espectador interactúe creativamente con la obra original. Ponerse una venda en los ojos a este respecto sería como anclarse en la tierra de los dinosaurios.
Esto, por supuesto, debe hacerse compatible con una Ley de Propiedad Intelectual como la que tenemos, una de las más ventajosas del mundo. Sin embargo, si queremos defender en Europa lo que ya se nos está poniendo en cuestión, estemos preparados para dar respuestas sobre cómo canalizar la ventajosa legislación en el nuevo mundo audiovisual que se avecina.
La petición a la Administración de defender la ley de propiedad intelectual española frente a eventuales regulaciones europeas que la puedan vaciar de contenido en su defensa de los creadores, es elogiable. Sin embargo, llegado el momento, la Administración sólo podrá defender la ley si ésta es lo suficientemente flexible para incorporar, sin estrangularlas, las nuevas formas que compondrán el futuro audiovisual.
Curiosamente, el protagonismo de este encuentro se lo repartió la televisión e Internet.
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Muy poco se habló de otra pieza del
puzzle: el cine, casi como si los guionistas
estuviéramos resignados a que el hasta ahora todopoderoso del
audiovisual tuviera que pedir la jubilación y pasar la mitra a
sus
descendientes. Otra interpretación es que no se invirtió tiempo en hablar de lo que se cree una batalla perdida,… antes de perderla. |
Particularmente eché en falta que no se abordara, salvo en el coloquio final, la excesiva producción de cine de este país, la ingeniería financiera que se utiliza para producir películas, y cómo los creativos pagan el pato: poniendo su trabajo por delante y formando parte de obras que están diseñadas para morir antes de nacer (aunque con beneficio industrial).
Pero esta locura cinematográfica no se trata de un trastorno psiquiátrico al uso sino más bien de una especie de mecanismo de defensa pervertido contra el dominio de las multinacionales. El mecanismo se traduce en un repliegue autóctono por el riesgo a competir en un mercado cada vez más desconcertante, por las escasas rendijas de distribución y la trepidante velocidad de consumo del producto.
Este difícil panorama, que lo es, provee de una justificación perfecta para producir cine-aborto: guión sin desarrollo, rodaje austero, sin copias ni publicidad, sin apenas taquilla, pero con mágico beneficio industrial.
No vamos a desvelar aquí la fórmula del Gran Houdini, pero la mordaza autoimpuesta por un “miedo a la libertad” que levantaría al mismísimo Erich Fromm de la tumba, es lo que impide que el cine español pueda alcanzar su verdadero potencial. Porque todos los profesionales sabemos lo que pasa, pero nadie dice nada.
Algún lego fascinado por los éxitos de cada año, dirá que el cine español va de maravilla, y se animará a sacar estadísticas. Pero el grueso del cine español no lo configuran los 5 o 10 títulos anuales que lo salvan, ni siquiera los 10 que malviven honestamente o los que fracasan por una locura genuina de sus productores, sino el 85%-90% restante, nacido cadáver sin intención ni pretensión de ser otra cosa.
¿Acaso no estaríamos mejor si nos quedáramos sólo con los éxitos y fracasos de los productores genuinos de este país y despojáramos de nuestra producción todas las películas creadas para ser cadáveres, bajo la batuta de alguien que bajo el disfraz de productor no es más que un mercader de la astucia?
¿Por qué se mantiene un sistema que permite que estos mercaderes, que no deberían llevar el nombre de productores, fabriquen película tras película a pesar de que sólo ostentan una lista de fracasos con beneficio industrial? ¿Cuántas ilusiones de creativos noveles que genuinamente habían creído que les había bendecido el mago Merlín se han roto?
No haría falta entrar en la depuración que el mundo de la producción debe hacer sobre sus propias filas si no afectara al guionista. Pero no sólo es responsabilidad del mundo de la producción. Todo el que sabe y calla está contribuyendo al deterioro del cine español, y quizá sea hora de dejar de caminar de puntillas y afrontar la realidad.
Talento creativo existe. Quienes hacen las series millonarias de marca nacional son los mismos que podrían firmar éxitos en el cine. ¿Qué cambia? El enfoque. No es un asunto de talento creativo, es un asunto de empresa. Y si nosotros callamos, no pierde la empresa, que gana, sino el creativo, el guionista, el director, el actor,… el cine español y su público. Por tanto, ¿hasta cuándo vamos a seguir pisando de puntillas?
Ante ese panorama, bienvenida sea la
corriente de las TV Movies y miniseries si eso genera un descenso en la
producción de películas cadáver.
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Es indudable que el mantenimiento de sistemas tiene que ver mucho con la política. Y al igual que los matices reseñados respecto a la defensa de la ley de propiedad intelectual pasan por las manos de legisladores y políticos, también lo hacen el sistema de producción de cine –mientras se dependa de subvenciones- , el de la competencia y distribución en salas, el de las inversiones de las cadenas en obras audiovisuales, el de las vías de Internet y por supuesto, el de las reivindicaciones de los guionistas. |
Es indudable que el mantenimiento de sistemas tiene que ver mucho con la política. Y al igual que los matices reseñados respecto a la defensa de la ley de propiedad intelectual pasan por las manos de legisladores y políticos, también lo hacen el sistema de producción de cine –mientras se dependa de subvenciones- , el de la competencia y distribución en salas, el de las inversiones de las cadenas en obras audiovisuales, el de las vías de Internet y por supuesto, el de las reivindicaciones de los guionistas.
Uno de los aspectos a resaltar en Valencia, fue el visible apoyo que el evento tuvo de varias instituciones. No sólo porque entre sus patrocinadores hubieran estado dos entidades de la Generalitat valenciana (IVAC y Ciudad de la Luz), sino también por la presencia de Ignasi Guardans, director del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales de España. Pero ¿qué alcance tiene, en realidad, su presencia?
Guardans aseguró que la ministra-guionista Ángeles Gónzalez-Sinde le había dicho que estábamos en sus oraciones. Sin embargo, si bien más de uno se quedó con las ganas de recordar el popular refrán “a Dios rogando, con el mazo dando”, las buenas intenciones de Guardans no las pongo en duda. ¿Por qué?...
Con él me topé mucho antes de que llegara a su actual cargo, cuando era portavoz de cultura de Convergencia i Unió (CIU) en el Congreso de los Diputados y recibió a la comisión negociadora de la Plataforma del Cine Español. Ésta aglutinaba a 25 entidades profesionales del sector, y se me había delegado la representación de los guionistas de ALMA, del GAC y posteriormente también de FAGA. De aquella entrevista salió algo muy concreto: Guardans refundió en 10 puntos nuestras 14 históricas propuestas para la mejora del cine español y consiguió pasarlos como una propuesta no-de-ley , consensuada por todos los partidos políticos. Ese logro, sumado al hecho de que fue impulsor de la Directiva de Medios Audiovisuales en Europa, supongo que no debió pasar desapercibido la hora de considerarle para el cargo que ostenta actualmente. Para nosotros, significó la primera conquista de aquella famosa Plataforma.
Sin que los logros del pasado eximan de las necesidades presentes, quién hizo, puede volver a hacer. Por tanto, confío que, junto con la ministra, tenga presente el refrán que nos recuerda que las oraciones no bastan. Necesitamos acción, además de devoción.
En consecuencia, a Ignasi Guardans, como si se tratara del rey Gaspar, me gustaría pedir que actúe a favor de los guionistas con la determinación con la que lo hizo a favor del cine español hace años.
No me voy a cortar… y también voy a pedirle algo a
nuestra
ministra-guionista. Por supuesto, sin abusar de su condición de
ex
presidenta de ALMA, pero probablemente aprovechando nuestra mutua
pasión por el guión, que nos ha llevado a ambos a
compartir docencia en
la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de
los
Baños en Cuba… Y lo que le pediría es una
involucración por su parte
para que las conclusiones de este encuentro de guionistas adquieran el
empuje necesario para transformar una realidad que clama justicia y
equilibrio, para que se valore lo que debe ser valorado.
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El Primer Encuentro de guionistas ha servido para poner sobre la mesa algunos de los aspectos urgentes en el futuro del guionista. Más aún, ha servido para lograr de nuevo una sensación de grupo y de que si estamos unidos se pueden alcanzar las metas de forma mucho más veloz. |
Este encuentro debería servir de motivador para aquellos que todavía están acomodados en la barrera a pesar de ser parte del juego. El futuro del guión es cosa de todos los guionistas y el esfuerzo de las asociaciones y sindicatos para hacerlo sentir así ha sido loable. Pero el trabajo no acaba aquí.
Que la alegría justificada no nuble la vista y nos
haga olvidar que debemos perseguir sin respiro las metas que deben
conducirnos a ocupar el lugar protagonista que nos corresponde en el
audiovisual.
Sólo la acción nos puede conducir a ese lugar. Y
tú,
guionista, debes ser parte de ella, aportando tu creatividad, tu
visión
y tu valía, sin temor a peajes ni a consecuencias,
demostrando que
estás dispuesto a luchar por aquello que amas.
NOTA PERSONAL
Mi
agradecimiento, como guionista, a Juanjo Moscardó, a quien
una vez concocí como alumno y hoy lo veo convertido en un colega que no sólo lucha por los derechos de todos sino que ha sabido levantar con su iniciativa un encuentro como el descrito, del que nos hemos beneficiado el conjunto de la profesión. ¡Gracias, Juanjo! ¡Y gracias al resto de personas y entidades que con su apoyo y colaboración lo han hecho posible! |
MÁS RECURSOS ADICIONALES
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Estudio de
Guionistas
En junio 2010
realizamos un estudio de guionistas respecto a como se percibía
a si mismo en sus necesidades técnicas más
cruciales.
2280 guionistas
hispanohablantes de la geografía internacional formaron parte e
esta encuesta. 1653 completaron la totalidad de la encuenta.
Se deseas acceder a los
resultados apúntate a "Directo de Valentín" y te
notificaremos en cuanto salga: APUNTARME
Entrar a trabajar en
Televisión
El mundo de la
televisión ofrece hoy en día la vía más
factible para vivir de la profesión. Sin embargo
existen una serie de vías y procedimietos de necesario
conocimiento si se quiere evitar dar vueltas inútiles y perder
años por no dominar los parámetros profesionales.
Iván Escobar,
Ignacio
del Moral y
Guillermo Zapata, tres grandes figuras del al televisión
de nuestros días, se encargan de sumergirte en lo que se refiere
a series de ficción: como diseñar una biblia, hacer
un pitching, abordar un capítulo o crear la temporada y su
pizarra de tramas. Pedro Gómez
se encarga de darte a conocer los entresijos de las TV Movies y
mini-series, como uno de los autores más prolíficos y con
más premios en ese campo. El dominio de herramientas para la
creatividad como la tormenta de ideas y mapas mentales, está a
cargo de Valentín
Fernández-Tubau, que complementa la visión de
guionista con la de psicólogo para aprovechar al máximo
tus neuronas. Los nuevos formatos como el universo Transmedia y las
webseries serán aboradas por Roberto Ponieman y Eduardo Zaramella.
Todo ello en el
curso online de televisión de Un Verano de Guión, en
modalidad libre o con examen.
Accede
a la serie gratuita de videoentrevistas : ACCEDER
Diálogos: punto de entrada
Como
señala la productora Teresa Fernández-Valdés (Guante blanco, Gran reserva, Hipania, la
leyenda) [ver vídeo arriba] los diálogos suelen
ser una puerta de entrada al trabajo profesional. Sin embargo, llegar a
dialogar bien es una de las tareas más difíciles.
Ars-Media pone gratuitamente a tu disposición el mini-curso
online de diálogos "Los 7 secretos clave para crear un
diálogo realista", de Valentín Fernández-Tubau.
Mas de 3000 alumnos y más de 100 profesionales han pasado por
los cursos de diálogos de Valentín.
Entre sus
"alumnos de honor" se encuentran Jordi Gasull (Lope, Bruch), el
dramaturgo Fermín Cabal, Javier Reguilón (Los hombres de
Paco), Alberto Grondona (Hospital Central) , Sergio
Barrejón (Amar en tiempos Revueltos), Julia Gil, (Caiga
quién caiga), Sonia Gómez (Ana y los siete), Henrique
Rivadulla (presidente de AGAG y FAGA), Javier Echániz
(Presidente de la Asociación de Guionistas Váscos), y
decenas de reconocidos profesionales más.
Accede
a la gama de posibilidades : WEB DIÁLOGOS
Guionistas y Mercado Audiovisual
Desde 2003,
Ars-Media pone en pie anualmente la jornada "Los Guionistas frente al
mercado Audiovisual", una sesión de puesta al día en la
actividad profesional dónde se dan pautas concretas sobre: la
situación del guionista, la situación de la industria, la
negociación con productoras, los contratos, los derechos de
autor, las vías de acceso al mercado ortodoxo de cine y
televisión y las vías de accesoalternativas.
En breve, todo
el contenido estará disponible también vía online.
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